jueves, 24 de julio de 2014

La joya perdida

Te busco y no te encuentro, mi boca grita tu presencia, al oído reventar, que me dices que no estas, mis pies caminan en busca de tu hallazgo, y ambos terminan en un rumbo sin final , mis brazos se extienden porque te quieren tocar, pero en cada parpadeo me recuerdo que no estas, mis ojitos cambimbean como ave sin hogar, buscando propia luz que en mi vida ha de faltar, no te paro de buscar, tu tienes el metal, con el que puedo cambiar. Consistente al subconsciente ¡al fin te veo llegar! ¿Por qué tardaste tanto en llegar hasta el final? Mi consciente te amara al ritmo del sonar, es la formula perfecta cuando se quiere cambiar.

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