Cuentos

1. JUAN EL CAMPESINO

Juan el campesino tenia años sembrando cinco semillas que producían cada seis meses bajo cualquier estación del año y, le permitían llevar una vida prospera, hasta que conoció a Máximo un joven campesino que era millonario y quien le presento las dos semillas con las que se había hecho rico, estas producían en tres meses lo que Juan producía en un año con sus cincos semillas. Juan estaba emocionado -¿Cómo hago para obtener esas dos semillas?-  Pregunto Juan.
-Podemos hacer un gran negocio- Respondió amablemente Máximo-. Yo te doy dos de estas abundantes semillas y tu me das la mitad de tus tierras.
-¡Excelente!- Exclamo Juan. 
De esta forma cerraron la negociación y en pocos días Juan ya estaba sembrando las dos semillas, y tal cual como le indico Máximo, en tres meses levanto su primera cosecha que equivalía a un año de producción que tenia con sus cinco viejas semillas, que decidió desechar porque ya no les eran útil, total ya en media tierra no había espacio para ellas... Luego de cinco meses se da cuenta que hay fallas en el proceso, la producción no se va a dar.. Espera a que termine ese segundo proceso y hace la siembra nuevamente sin resultado positivo alguno, así lo siguió intentando en varias ocasiones mientras se consumía la provisión de la cosecha anterior. Juan el campesino no sabia que el cambio de clima estaba afectando su cultivo.
Toma la decisión de visitar a Máximo para que le de razón del porque las semillas no producen, pero, al tocar la puerta de su casa le atiende una señora vestida de negro quien le dijo que Máximo murió de una extraña enfermedad, Juan se sorprende y en medio de su consternación corre a su casa a buscar las cinco semillas para retomar su vieja cosecha, sin embargo es tarde, las consigue secas y aplastadas. Más preocupado que nunca y con la provisión mermada, se ve en la necesidad de vender parte de sus bienes para cubrir sus necesidades, hasta llegar al punto de vender la mitad del terreno que le quedaba para costearse una repentina enfermedad que amenazo con quitarle la vida.
Después de dos años Juan el campesino se recupero afortunadamente. hoy en día es un hombre saludable y en la ruina.

Moraleja: Las cosas buenas demoran en llegar porque pasan por un proceso de maduración para que lleguen a ti sólidas como una roca, mientras que las cosas malas se conocen por ser mórbidas y poco duraderas en el tiempo.  



2. EL SUICIDIO DE SEBASTIAN 


Sebastián y varias familias se encuentran atrapados en una pequeña isla que sera azotada por un huracán. Sin embargo, todavía están a tiempo de salvar sus vidas, deben cruzar el reacio mar hasta llegar a tierra firme, las familias se armaron de valor y comenzaron a tomar sus chalanas huyendo de la isla para salvar sus vidas, mientras Sebastián y su gallina se posaban a la orilla del mar pensando si cruzar el océano o no... El miedo lo atacaba, la gallina le temía a las grandes olas y a las bestias del mar, así pasaron varios días y el resto de los demás habitantes emigraban de la isla.
Llego el punto donde la isla quedo desolada solo con Sebastián y su cobarde gallina esperando lo peor, no tuvo el valor de matar a la gallina, hacer un hervido con ella y comérsela para cruzar el mar lleno de energía. Al llegar el anochecer Sebastián escucha ruidos y ve una enorme sombra que se aproxima cuando repentinamente aparece un oso gigante, la gallina como es de suponer se mete entre las piernas de Sebastián poniéndoselas a vibrar como cuerdas de guitarra.
El oso asombrado porque pensaba que en la isla no había ni un alma, le pregunta a Sebastián:
     -¿Por qué no huiste si sabes que se aproxima un huracán?
     -Mi gallina no me dejo huir-respondió Sebastián.
     -Oye hombre ahora morirás cuando la isla sea azotada por el huracán-replicó el oso.
     -Lo se-dijo Sebastián, no tuve el valor.
     -Yo en cambio sigo aquí y cuando venga el huracán me sumerjo en el mar, se nadar y el frió no me afecta-acotó el oso con gran orgullo.
Optaron por estar juntos pero el oso cada vez que podía le recordaba que era un cobarde, y más cuando debían trepar los arboles para bajar las frutas, la gallina hacia presencia e invadía a Sebastián por completo, tanto así que se adhería a su cuerpo muy fuerte, la gallina le impedía vivir la vida a plenitud y el oso lo perturbaba con sus reproches.
Una tarde en busca de alimentos deciden trepar un árbol de guanabana, y estando en lo más alto del árbol, la gallina aterrada por la altitud aleteo fuertemente frente a la cara de Sebastián golpeando sus ojos, este se la quiso sacudir y al soltar una mano del árbol para tal acción resbalo la otra y cayo al vació, el oso con hambre abrumadora y sin compasión alguna se comió a Sebastian. El huracán nunca llego y de esta forma la consciencia se sumergió al mar y nado rumbo a otro destino donde conseguir más alimentos.

EL MIEDO TE MATA Y LA CONSCIENCIA TE CONSUME.






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